Diseño de etiquetas para cerveza artesana, logotipo y elementos de comunicación
Un trabajo muy divertido.
Un sector donde prima destacar
ADEMÁS UN TRABAJO CON SORPRESA FINAL. UNA GESTIÓN DE MARCA UN POCO REGULAR.
La Cervezuca, cerveza artesana fabricada en Torrelavega
La creación de una marca completa
He querido destacar este trabajo, porque es muy interesante como se ha ido desarrollando todo el proyecto. El diseño de unas etiquetas que poco a poco fueron evolucionando a muchos elementos más de comunicación. Pero sobre todo, porque me encontré con una situación que no se me había dado nunca. Si sigues leyendo, te lo cuento más abajo.
El proyecto empezó con el diseño base de una de las etiquetas. Un diseño que fuera flexible para poder adaptarlo a los diferentes tipos de cerveza que iban a comercializar. Por lo tanto, se necesitaba una imagen reconocible para homogeneizar la marca, pero distinguible en cuanto a sus variantes. Iguales pero diferentes.
También había que incorporar un logotipo para la marca. En este caso, como tanto el producto como la marca de la empresa iban a compartir nombre y logo no tenía sentido crear diferentes logotipos para los diferentes variantes de la cerveza. Aunque esto, cambiaría después.
Y por último, para dar a conocer la cerveza en los diferentes establecimientos de Torrelavega (bares, cervererías…), diseñé unos display donde colocar el botellín de cerveza con la imagen de la marca que permitiera colocarse en lugares destacados, sobre todo en las barras de los establecimientos, al lado del cañero de cerveza.
el color como distintivo
Como comentaba al principio, necesitábamos un diseño diferenciador, pero reconocible para la marca y las diferentes variaciones del producto.
Una buena técnica para utilizar en estos casos, es el color. Esto nos permite utilizar para el diseño que estamos trabajando, los mismos elementos gráficos que darán uniformidad y, a través de un código de color, poder identificar las diferentes variantes, en este caso tipos de cerveza. Si bien, este opción se decidió casi desde el principio, finalmente no sería la única variación que añadiríamos, como veremos más adelante.
El color tiene su complicación. La libertad que suele permitirse en los diseños de las etiquetas para la cerveza artesana, puede jugar una mala pasada si no se tiene un poco de cuidado. Podemos alejarnos demasiado del producto en cuanto a sensaciones (aromas, intensidad del sabor…) y conceptos (artesanal, producción casera…) y si además no hay una marca detrás con unas directrices claras (como en este el caso), puede resultar muy complicado volver a él (al producto). Así que, utilizar cuatro colores… Fue una elección muy cuidadosa y meditada.
Aunque decidí utilizar colores muy básicos, para representar esa sensación, digamos añeja, que tienen, para mi, las cervezas artesanas, añadí una pizca de negro en cada color. Esto dio un cierto toque desgastado a los colores que me ayudaba a encajarlos con el producto. Además, al tener este pequeño matiz de negro en todos los colores, genera un nexo de unión, una unificación también entre ellos, a pesar de que son colore muy diferentes.
los personajes como distintivo mayor
En el apartado de los colores, comentaba como había decidido utilizar el color para diferenciar unos tipos de cerveza de otros, pero intentando no perder la relación entre ellos. Comenté que no fue el único elemento diferenciador. Añadí unos personajes diferentes a cada etiqueta.
En los tipos de cerveza Brown, Pale y Ale, utilicé unas piernas de chica con posturas divertidas, un tipo de dibujo muy limpio con colores planos. En contraste, se dejaba ver un trozo de falda, con un estilo más sucio y texturado, imitando al lúpulo* cuando está en fermentación.
*Lúpulo es un ingrediente que tienen todas las cervezas.
Sin embargo, para el tipo Portter, dibujé unas piernas de un hombre. Siguiendo con el mismo estilo de dibujo, me encontré con un pequeño inconveniente. Para mantener la idea del lúpulo, necesitaba una falda. Pero ¿no queda un poco extraño las piernas de un hombre con unas faldas?. Después de darle muchas vueltas, finalmente dibujé una falda más tipo escocesa. Sin mucho detalle.
Finalmente añadí unas botas militares y unos calcetines largos, buscando ese toque divertido que tienen las posturas de las piernas de la chicas en las otras tres variantes. Posturas que para unas piernas de hombre no pegaban mucho.
En cierta ocasión, me preguntaron «¿por qué hay unos dibujos de chicas en las etiquetas?, ¿qué tiene que ver con la cerveza o con la marca?». Y todo esto, obviamente tiene un explicación muy lógica. Así que sigue leyendo, porque te lo explico más abajo.
Los colores DEl logo
Con el logotipo, la verdad, es que utilicé una fórmula poco común. Me refiero a la utilización de los colores. Si bien teníamos un color principal para la marca, como parte de la imagen corporativa de la empresa, en las etiquetas, el color del logotipo iba cambiando en función de la cerveza.
Como cada etiqueta mantenía un color principal diferente al de las otras, no siempre el color corporativo de la marca era “bien recibido” por el color principal de la etiqueta. Y como la marca daba también el nombre a la cerveza “La Cervezuca”, este debería aparecer con la suficiente fuerza que se merece todo nombre del producto.
Es cierto que podría haber puesto el logotipo en un color neutro, un gris o en negro, en negativo sobre una fondo del color de la etiqueta, pero estas combinaciones manchaban un poco la composición, y si bien, la falda de la chica de la ilustración y algún detalle más, iban en el color principal, se corría el riesgo de dar demasiado protagonismo a este gris o negro. Y la pastilla de color sobre el que podría ir el logotipo en negativo (blanco sobre fondo de color), hacía que pareciera una mancha en medio de la etiqueta… No se, no me gustaba nada.
Finalmente decidí colocar el logotipo de la marca con el color correspondiente a cada etiqueta. Visualmente reforzaba un montón el color diferenciador entre todos los productos y encajaba a la perfección. No es muy ortodoxo, pero funcionaba bien. Además, en todas la etiquetas, en la parte trasera, se colocaba en logotipo con el color corporativo a modo de firma. Este gesto remarcaba con fuerza el color corporativo y no molesta en el diseño principal.
El nombre lo condicionó todo
Como ya mencioné desde del principio de este artículo, este proyecto llevaba una pequeña sorpresa. Un imprevisto que condicionó todo el proyecto.
Unos párrafos más arriba, te comentaba como una persona me preguntó por el diseño de de las etiquetas y las figuras de las chicas. Que poco o nada tenían que ver con el producto. Y lo cierto es que es verdad. A simple vista y sin profundizar, parece una elección más que aleatoria la utilización de los personajes femeninos como elemento principal de las etiquetas. Pero no es así. Tiene una historia detrás que te voy a explicar.
práctica. Además del propio producto en sí, que está claro que es lo principal, y que lo tenían bastante bien acabado, dicho sea de paso, también es muy importante la elección de un nombre apropiado. Sí vale, el productos es cerveza artesana, pero necesita un nombre. En una época en la que se reivindica constantemente todo lo relacionado con el producto artesanal-natural-regional, el mundo artesanal y el folclore local parece que van de la mano.
Aquí en Cantabria tenemos la manía de acabar el diminutivo de los sustantivos en “uco” o “uca”. De hecho, la cerveza se llamaba “La Cervezuca”. No suena mal para un producto, en origen, local.
Pero ¿Qué tiene esto que ver con las piernas de chica?. Pues ahí volvemos al principio de este apartado. Antes de hacer un lanzamiento del producto, de encargar toda la gráfica, de imprimir etiquetas, packagin y demás elementos, hay que asegurarse de que el nombre elegido está libre. Sí exacto. Habían elegido un nombre para el producto que ya estaba registrado. Ese nombre era “La Mozuca”. Ahora encaja todo ¿verdad?.
A mi me llegó el encargo del diseño de unas etiquetas de un producto artesanal, que se fabricaba en Torrelavega, que se iba a llamar “La Mozuca”. Buen nombre. Sonaba muy amable, muy cercano, my regional, en definitiva, muy artesano. Y el nombre era muy bueno la verdad. A mi me gustaba bastante. Pero se empezó la casa por el tejado o, mejor dicho, no se aseguraron los cimientos lo suficiente.
Y esta es la razón por la que en el diseño de las etiquetas de este cerveza artesana, sean unas piernas de mujer como elemento principal y no cualquier otro elemento relacionado con la cerveza o más a fin a este mundo. Por su puesto que probé de todo, caras de mujer, perfiles, siluetas… Pero las piernas eran más impersonales y más alegres con estas posturas informales.
¿Por qué no se empezó todo de nuevo?
Pues tampoco hay ninguna ley que obligue a que un producto tenga un nombre relacionado con su imagen principal. Mi profesor de diseño de la Escuela de Artes de Oviedo, en cierta ocasión, a un compañero de clase le dijo «no hace falta tratar de representar todos los conceptos de un producto en el diseño (ya sea en un cartel, un logo…). Tu crea y la gente encontrará la relación». Y es totalmente cierto. Finalmente adecuamos el nombre al diseño y, bueno, no funcionaba mal. La Cervezuca sonaba muy parecido, es un nombre femenino y quedó muy cántabro.
Pero aun hay más trabajos que te invito a ver
Espero que os haya gustado este pequeño repaso a la memoria de este trabajo tan apasionado par mi, y te invito a que sigas conociendo un poco otros trabajos de los que me siento especialmente orgulloso. Por diferentes tazones, destaco estos otros trabajos que quizás también te gusten y disfrutes visitándolos tanto como yo disfruté diseñándolos.