Diseño de catálogos

Cuida mucho el diseño.
Comunica alto y claro.
Conseguirás vender más.

En el diseño de catálogo de productos es muy importante transmitir los valores de la marca de tu empresa, a través de un mensaje que bla bla bla…

Efectivamente, podría contarte un montón de prosa a cerca de lo importante que es, en la comunicación de tu empresa, transmitir esos valores de imagen de marca, para dar una confianza a tu cliente, etc. etc. Pero seguro que estás harto de leer una y otra vez lo mismo sobre este tema. Además no estoy seguro de que eso se pueda reflejar en un único producto, en una única acción.

Por eso, en este apartado, te voy a contar lo que yo tengo en cuenta en el diseño de un catálogo de productos y como puede mejorar tus ventas.

cuida mucho el diseño

Cuidar mucho el diseño y trabajarlo muy bien no es hacer un catálogo bonito con colores brillantes y múltiples efectos de imprenta. No, no es eso. Claro que hacer un catálogo bonito es buena estrategia, pero es mejor hacer un catálogo que apetezca cogerlo, guardarlo en casa, que sea, casi, como un objeto en si mismo. 

Acertar con la selección del papel, los gramajes, la textura. La elección correcta de los colores. Fundamental elegir la tipografía adecuada, una buena composición (maquetado) de los textos. La siempre exaustiva elección de las imágenes… y, finalmente un paciente seguimiento de la producción (impresión). Todo esto hará que el catálogo sea una pieza atractiva.

Para conseguir todo esto, yo pongo a tu disposición todos mis años de experiencia, toda mi creatividad y todo el trabajo que sea necesario. Estas son mis tres musas fantásticas que siempre están ahí para lograr los objetivos y yo las pongo a tu servicio.

comunica alto y claro

Un aspecto a tener en cuenta en el diseño de catálogos, es una correcta disposición de la información. Organizar todos los datos, categorías, modelos… es una labor fundamental que hará de tu catálogo una herramienta de venta muy potente. No hay peor cosa que un catálogo repleto de referencias, sin orden y con una composición monótona y farragosa.

 ¿Como se consigue esto?. Si antes hablaba de la importancia a la hora de seleccionar la fuente tipográfica adecuada, para cumplir los objetivos de claridad y buena comunicación, es fundamental emplear adecuadamente estas tipografías. Estudiar y organizar bien todas las jerarquías de títulos, subtítulos, descripción…, la conocida como  “arquitectura de la información”, es la función más importante en este aspecto. La composición de textos marca la diferencia entre un catálogo profesional que vende y un catálogo sin más.

Yo como profesional apasionado de mi profesión, me fijo en todas estas cosas. No hace mucho, en las cafeterías de mi ciudad, apareció una revista gratuita que disfrutaba de una edición muy cuidada, muy buenas fotografías (muy buenas) y, la verdad, destacaba entre las publicaciones que estaban a su alrededor. Pero era ilegible. Incomodísimo de leer. Escogieron una tipografía poco adecuada y, lo que era aún peor, muy mal compuesta. Como resultado, una revista que no comunicaba nada. 

Los espacios vacíos, comunican, llenan y oxigenan. ¿De verdad no os agobian estos catálogos llenos de productos, donde la descripción de estos no sabes si pertenece a uno o al que está al lado?. Y donde queda una esquina libre… PUM un floripondio que no dice nada, pero que llena ese espacio. Pensándolo bien, ¡qué difícil es diseñar llenando espacios vacíos!. Espacios que hablan tanto, pero que lo hacen en silencio. 

Las imágenes cuentan lo que las palabras no saben expresar. Un catálogo vestido con unas imágenes de mala calidad son como un «dandy con lamparones» (gracias Sabina por la analogía). Pero es totalmente cierto. Un catálogo, por mucho cuidado que se haya puesto en todo lo dicho en párrafos anteriores, si las imágenes no son de buena calidad, todo se va al traste. Los clientes quieren ver los productos que van a comprar, más que leer sobre ellos. Si la experiencia de los clientes es pobre el valor de esos productos también lo será. Si bien este proceso no es competencia mía, sí es una recomendación que doy a mis clientes y lo hago a gritos.

Folletos: flyer, dípticos y trípticos

Dentro de este mismo apartado, voy a incluir los catálogos más pequeños llamados, comúnmente, folletos. Su tipología no la voy a explicar ahora. En internet hay mucha información sobre esto. Lo que sí te voy a contar es lo que valoro en un folleto y por lo tanto, en lo que yo pongo todo mi esfuerzo.

En un folleto (flyer, díptico, triptico…), si bien, todo lo que te comenté  antes sobre los catálogos de productos, también hay que tenerlo en cuenta, en este caso puede pasar a un segundo plano. Porque para mi lo más importante del diseño de un folleto es captar la atención al instante. A diferencia de un catálogo de productos donde por su, normalmente elevado coste de producción, se suelen repartir a cuentagotas y normalmente en mano, los folletos suelen competir con otros folletos encima de una mesa de una oficina pública, en la balda de un establecimiento o en la barra de un bar. Es por lo que el folleto que más salta, el que más grita, ese es el que la gente va a coger.

Una imagen impactante, un mensaje persuasivo, incluso hasta un poco de artesanía (si la tirada no es muy grande) son la clave en el diseño de un buen folleto. Podría incluso incluir la interactividad con el usuario. ¿Interactividad con un papel?. Sí, es posible.

Hay que tener en cuenta que su reducido tamaño imposibilita exponer de forma adecuada las especificaciones mínimas que varios productos puedan necesitar. Esto hace que no sea recomendado utilizarlo como catálogo de productos de una empresa. Todo lo más es acompañar a un producto en concreto para mostrar sus características.

Obviamente por poder se puede, yo he diseñado tarjetas de hotel (85 x 55 mm.) donde se incluyen fotos de sus instalaciones. Pero os podréis imaginar todo lo que se puede mostrar en ese formato ¿no?. Efectivamente, casi nada.

Yo suelo utilizarlo  como  un comunicado único, como si fuera, una landingpage (enlace), para dar a conocer un servicio o los datos generales de una empresa. Pero su uso más adecuado lo veo para dar a conocer un evento o incluso como invitación al mismo. Ahí es donde encuentro su verdadero potencial. Un folleto es una pieza de comunicación donde se puede explotar toda la creatividad y jugar jugar y jugar.

Vale vale, pero ¿qué puedes enseñarme?

Como ya comenté en el apartado «comunica alto y claro», cuando hablaba de las imágenes y observaba que cuentan lo que las palabras no saben expresar. Pues con esa máxima, te dejo una pequeña muestra de trabajos donde muestro todo lo que te he contado sobre el diseño de catálogos. Incluyendo flyers interactivos. A ver qué te parecen.

diseño de flyer, igualdad en el trabajo
Diseño de flyer interactivo. Las cabezas de los personajes son intercambiables
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Diseño de catálogo de pructos. Con Imágenes
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Diseño de libro-catálogo de arte. Para exposición. Maquetación de textos creativa

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